Me gusta la música balcánica, el ritmo desenfrenado de los posesos instrumentos de viento. Una orquesta balcan siempre me prende, y yo cuando me prendo quiero incendiar a otros, hacerlos partícipes de esa danza. Cómo disfruto bailar. De la música balcánica lo que me gusta es su ritmo, lo que su ritmo hace conmigo: soy todas las partes de mi cuerpo: su ritmo me libera.
PD. Y además qué muchachas tan guapas.
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